Manos frías que sujetan un corazón débil, casi moribundo. Lo
aprietan contra un pecho igualmente gélido y se siente confortado, se siente
bien y está feliz.
Las manos sueltan ese corazón y lo dejan abandonado a su
suerte, en un vacío del que no podrá salir jamás. Se rompe en mil pedazos, pero
aun roto, sigue sufriendo.
Las caricias de un sol negro
Besos de nieve que mueren
Del calor de un muerto invierno
Risas que apagan dolores
Sangre en un río sediento
Luces que extinguen en ella
Los más puros sentimientos
Musa malvada y terrible
Daga del viento y las eras
Que sin poder olvidarla
Clavada sigue en la piedra
Marcha a los hombros del alba
Sigue el camino del cielo
Déjame atrás olvidado
Consumido por los vientos
Un anciano me dijo una vez, que dejase atrás mis afanes. Su
rostro era apaciguador. Sólo pude girar mi cabeza unos grados antes de que se
hubiera ido, pero yo tenía la sensación de que seguía ahí.
- Has jugado comigo, siempre he estado, estoy y estaré
ahí ofreciéndote mi mano en todo momento y me ignoras, como si fuera una simple
esencia en un bonito paisaje.- Dijo el anciano
- La verdad es que no tengo excusas. Tengo la cabeza en otra parte y te presto poca o nada de mi atención. Dije
- Sabes que estás perdonado. No importa por lo que estés pasando. Estoy ahí.
- La verdad es que no tengo excusas. Tengo la cabeza en otra parte y te presto poca o nada de mi atención. Dije
- Sabes que estás perdonado. No importa por lo que estés pasando. Estoy ahí.
Tras decir esto, se fue. Yo seguía solo, con la impresión de
que había sido todo un sueño, pero era real.
La herida sigue abierta, pero ha dejado de sangrar. Una
noche más expuesto al frío, pero ya no va a ser igual.
¿Rallada o Reflexión? :)